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Sophia 38: 2025.
© Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador
ISSN impreso:1390-3861 / ISSN electrónico: 1390-8626, pp. 163-197.
J C R
más profundos en física. A partir de elementos simples como la luz o la
lluvia, se tratan de responder preguntas sobre la naturaleza del tiempo o
las leyes de la física. En el texto también se mencionan partes biográficas
de grandes pensadores de la física como Newton o Maxwell considerando
el contexto en el que se hicieron sus descubrimientos.
En un modo distinto, tanto Lewin como Brooks, se valen de las ana-
logías como un recurso constante, haciendo comparativas en situaciones
hipotéticas que difícilmente podrían ocurrirnos, como caer de un eleva-
dor o un edificio, con situaciones que vivimos comúnmente, como subir-
nos a una báscula o tropezar. En este sentido, Lima y Gómez (2024, p. 108)
destacan que las analogías son sumamente útiles para la comprensión de
conceptos abstractos, además de los materiales de bajo costo y recursos
de fácil acceso, que son un puente idóneo para aproximar la construcción
conceptual teórica a situaciones cotidianas o reconocibles para los estu-
diantes. Ambos, recurrir a analogías y la utilización de materiales de bajo
costo, son transversales a esta propuesta, pues se incorporan, respectiva-
mente, en las lecturas de divulgación y en las actividades experimentales.
En cuanto a los materiales audiovisuales utilizados, estos fueron
mucho más variados. Se usó, por ejemplo, documentales explícitamente
de divulgación, como la serie Cosmos: una odisea del espacio (Druyan &
MacFarlane, 2014) y Genios por Stephen Hawking (Bowie, 2016). Sin em-
bargo, una de las partes más innovadoras fue la inclusión de audiovisuales
que, en primera instancia, pueden ser considerados como puro entreteni-
miento, pero que, por ser parte de la cultura pop, son un excelente detona-
dor para la discusión de conceptos físicos. En este sentido entran películas
con tramas explícitamente científicas como Gravedad (Cuarón, 2013) o
Tesla (Almereyda, 2020), y también películas de superhéroes, de acción o
incluso dibujos animados. ¿Por qué la inclusión de este tipo de productos?
Hace algunos años, a partir de una investigación sobre imagina-
rios sociales a través del cine como recurso didáctico, argumenté sobre
el potencial educativo de las películas consideradas de entretenimiento.
En otra época se creía que la televisión y el cine educaba o mejor dicho
“mal educaban”, pero en las últimas décadas, esta percepción o prejuicio
ha ido disminuyendo, en parte, porque ahora esa connotación negativa
la tienen las redes sociales. Esta perspectiva ha seguido evolucionando
y autores como Casallo (2024) refieren al impacto positivo de narrati-
vas audiovisuales —en su caso desde el anime— como un vehículo para
que estudiantes perciban y experimente situaciones que promuevan re-
flexiones personales y pensamiento crítico. En el caso de estrategias in-
ductivas, estos productos pueden apoyar la construcción de significado y